El círculo alquímico

El círculo alquímico
El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero de 2011.

lunes, 17 de enero de 2011

La presentación de Paco: sencillamente genial

Mi misantropía congénita me impide conocer a gente nueva e incluso relacionarme con la que conozco, a veces. Así que me acerqué a ver la presentación de “El círculo alquímico”, pero a mi forma. Llegué en un taxi a las siete en punto de la tarde a la librería Estudio en escarlata. Creí que la presentación no había empezado porque había gente en la calle. Me tomé un café en un bar de al lado, sin poder echar un pitillo por la jodida ley. Tardé poco, pues no quería perderme nada, pero la gente seguía en la calle. En vista de que eran ya más de las siete y diez, entré, no sin antes saludar con un escueto hola a alguna gente del barrio. Me abrí paso como pude. Resulta que la cosa ya había empezado.

He estado en algunas presentaciones anteriores. Nunca vi la librería tan llena, lo cual me alegró bastante. Cuando entré, terminó de hablar el editor y comenzó a hablar Virtudes, que se iba emocionando por momentos. Tiene razón Paco cuando me dice que es la mejor poeta que conoce. Me ha ido pasando poco a poco todos sus poemas, y es para flipar. Vi que Paco le hizo una carantoña y ella, al poco, hizo una gracia y sonrió. También el público. Eso la relajó. Tiene suerte Paco de contar con ella como amiga, porque que le elogien a uno así es para flipar. Incluso leyó un poema dedicado al libro, con el mismo título, precioso. Y terminó extrayendo frases del libro que le habían gustado.

Luego habló Pedro de Paz, con su vozarrón. Como el editor y Virtudes se habían extendido un tanto, fue conciso pero certero, se lo da el oficio. Lógicamente, alabó también al autor y a la novela.

Después comenzó a hablar mi colega Paco. Dio las gracias al editor por confiar en él sin conocerle de nada. Y a Virtudes Reza y a Pedro de Paz, a los que admira como personas y como escritores. Y luego dijo que también era importante que el público supiera que había llevado Protos y Marqués de Cáceres, supongo que para soltar tensión, o lo mismo lo dijo en serio, porque este es así. Explicó que le encanta Toledo, sus calles y su catedral, y que estuvo allí tres días dedicando las mañanas a estudiar el templo y las tardes a pasear por la Judería y aledaños, en definitiva, documentándose. Habló de cómo la Ciudad Imperial albergó un día a las tres culturas y que se propuso hacer viajar a sus personajes por otras dos ciudades: una representativa del mundo judío, que no podía ser otra que Jerusalén, y otra del mundo árabe que también tuviera representación de las tres comunidades; fue así como eligió El Cairo. Habló de géneros. Y nos contó que en todo momento había escrito la novela que él quería leer. Como tardó un año en escribirla, hubo momentos en que quería leer novela de viajes, novela histórica, novela de Arte, novela negra, etc. Y que, por tanto, la novela es una fusión, aunque puntualizó que él en ningún momento había pensado en géneros ni nada parecido.

Continuó hablando de lo que para él es una novela: una historia con personajes y paisajes que tiene que tener planteamiento, nudo y desenlace; y un detonante o varios. Que no soporta esos libros que, bajo la etiqueta de “novela”, no hacen más que presentar las divagaciones o paranoias de un escritor que no tiene una historia que contar. No puedo estar más de acuerdo.

El acto duró más de una hora. Luego se sirvieron los canapés con las copas de vino y a continuación, Paco se puso a firmar. Y yo me fui por donde había venido.

Ayer me decía que tenía que, por lo menos, haberle saludado. Pero no era el momento, ese era su día, no el mío, aunque me marché tela de contento porque sabía lo que para él significaba ese día. Me contó que luego se fueron a cenar algo y a tomar unas cañas. Y no se fue con sus presentadores y el editor, como hacen otros, sino que allí se apuntó todo el que quiso. Mi colega Paco es un tipo sencillo que se lo pasa bien rodeado de amigos, sean estos importantes o no, a él eso se la pela.

Creo que ha batido el récord de la librería de ventas en una presentación. Y yo me alegro. Nadie se lo merece más que él. Y además, que es mi mejor colega desde hace mucho, mucho tiempo. Y que lleva esperando muchos años para publicar. Y que tiene otras dos novelas tan buenas o mejores que esta que espero ver pronto en los escaparates. No sé a qué coño esperan los editores

miércoles, 12 de enero de 2011

Aviso

Me dice Paco que los que viváis fuera podéis comprar un ejemplar en la librería Estudio en Escarlata a través de su e-mail: info@estudioenescarlata.com. La ventaja de pedirlo a la libreía en donde Paco hará la presentación el próximo sábado es que lo recibiréis dedicado por él, aunque viváis fuera de España, da igual.
Así que animaros, a ver si entre todos logramos que las ventas se disparen, que se lo merece. Ya os he dicho en innumerables ocasiones que la novela merece la pena.

domingo, 9 de enero de 2011

El círculo alquímico ya está en papel

No paro de trabajar. Hay que ver la cantidad de peña que, en vez de dedicarse a trabajar, estafa, amenaza, especula, trafica, soborna, roba... Llegué a Madrid ayer, al mediodía. Esperaba ver a Paco en la bodega del Suso para tomar un vermú, pero no estaba. Le llamé a su móvil, pero no contestaba. Así que me entretuve en escuchar los desvaríos de los zumbaos del “psiquiátrico”, como el propio Suso llama a su establecimiento y luego me fui para casa. Entre los vermús y los pinchos de tortilla que me sirvió el Suso ni siquiera comí, así que me eché un rato.

Me levanté a las seis y me hice un café. Mientras me encendía un cigarrillo miré el correo electrónico y vi a Paco por el messenger. Nos saludamos y quedamos a las nueve en el Paraíso del jamón, de San Bernardo. Me di una ducha y estuve un rato tirado en el sofá leyendo la última de Edward Bunker que ha publicado la editorial Sajalín, “Perro come perro”.

Total que a las nueve y cinco vi entrar a Paco por la puerta del mesón con su novela impresa en la mano y con una sonrisa de oreja a oreja. La estuve mirando e incluso la olisqueé, ya que todavía llevaba impregnado ese olor a imprenta tan agradable y característico. Estuvimos charlando un rato acerca de la edición de la obra y de los avatares relacionados con la presentación, que será el próximo sábado 15 en la librería Estudio en escarlata. Lo cierto es que está ilusionado y un poco acojonado en el sentido de que no sabe cuánta gente acudirá al acto. De lo que no me cabe duda, por lo que me contó, es de que el público va a ser de lo más heterogéneo por la procedencia de los distintos grupos que él cree que acudirán al acto. El caso es que esté lleno y que se vendan muchas novelas, aunque él piensa que esto es lo de menos, que lo importante es pasar un rato agradable.

Nos tomamos dos bocadillos de jamón de bellota con unos Riojas y una de queso añejo. Después unos pinchos de bonito con pimiento morrón. Más tarde nos fuimos a un gallego de Leganitos que tienen una tarta de Santiago de la hostia, y la acompañamos con un Oporto. El caso es que acabamos en el barrio. Paco me llevó a un garito que regenta uno de los zumbaos del barrio y llamó a la puerta, ya que aparentemente estaba cerrado. Aquello era un templo del vicio, ya que nos tomamos unas cervezas y nos fumamos unos trujas, allí fumaba todo dios. Acabamos echándonos un mus con unos notas de San Blas que no nos conocían, y ese fue su error. Nunca se puede subestimar al contrario. Les dimos una curra que para qué.

Luego nos marchamos andando. En el portal de Paco me pillé un taxi. Parece mentira, pero por fin he tenido una novela de mi colega en las manos. Por fin ha habido un editor listo. No es la primera novela de él, concretamente es la segunda, pero da igual, lo importante es que va a publicar en estos tiempos tan difíciles. Y ni él mismo es consciente de lo que eso significa. O lo sabe..., y no le da importancia. Mi colega es así.