El círculo alquímico

El círculo alquímico
El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero de 2011.

sábado, 6 de febrero de 2010

Alcalá de Henares

Esta noche me he recogido pronto. A las cinco de la mañana cojo un avión para Las Vegas porque el jodido caso en el que estoy trabajando me lleva hasta allí. Una de las cosas que tiene esta profesión mía es que siempre estoy por ahí haciendo viajes, lo cual me mola un huevo. Así que he llegado hace un rato y en vez de irme a dormir me he dado un rulo por Internet y me he puesto un Jack Danield’s. Y ahora estoy aquí haciendo el post. Paco me llamó el lunes pasado y me contó que en Alcalá de Henares estaban haciendo unas jornadas gastronómicas, que si nos apuntábamos, y le dije que sí, así que había reservado mesa para hoy. Como ahora no bebe nos hemos ido en su coche por la N-II, el día de sol cojonudo.

Hemos aparcado al lado del garito, un restaurante de la Plaza de Cervantes. Y nos hemos metido un menú de degustación de a 38 euros de la hostia. Nada más sentarnos nos han puesto una botella de Albariño y una de Ribera que entraba en el precio. Y de pronto han empezado a circular platos. Un queso con anchoas, un rape con caracoles, unas codornices, otra cosa que no me acuerdo y de postre un crepe relleno de arroz con leche, otro de chocolate y helado. A ver, los platos estaban buenos, superiores, pero estaban impregnados de ese aire de la nueva cocina en la que los platos son pequeños y las raciones también. Tanto Paco como yo somos más de lentejas, de bacalao al pil pil y de cordero asado. Pero bueno, en la variedad está el gusto, por una vez, vale. Desde luego yo no he sido de los que se ha llevado un disgusto porque el Adriá haya cerrado el Bulli o como se llame. La anécdota ha estado en que Paco ha pedido un agua con gas, pero el camarero le ha servido un Albariño para el queso y el pescado y un Ribera para los pajarracos. Y, bueno, tras luchar un rato con su fuerza de voluntad se ha tomado una copita de cada, yo me he despachado bien, la verdad. Pero es que luego nos han invitado a un chupito de algo que yo no había probado, ni creo que pruebe en otro lado, porque el nota nos ha dicho que se lo traen al él de forma especial. La delicatessen era crema de cava y estaba que te pasas. Nos hemos tomado varios y al final nos hemos quedado con el metre hablando de vinos, que el nota, que se llamaba José, entendía un huevo. Nos ha enseñado hasta una botella de Pingus que valía 950 euros. Al final hemos quedado que por 35 ó 40 ya te tomas un buen vino, pero que de ahí en adelante, los precios se multiplican aunque la calidad no llega ni a duplicarse.

Luego nos hemos ido y hemos entrado en la pastelería de al lado que data de 1840. Nos hemos comprado unas rosquillas típicas de Alcalá y nos las hemos tomado en una cafetería con sendos cafeses, Paco descafeinado. Y hemos charlado un poco de Literatura. Yo me estoy leyendo el de Pedro de Paz que me ha pasado Paco y él está con “Camino de ida”, de Carlos Salem, ya lo está acabando, y dice que mola un huevo. Luego mi colega poeta y novelista me ha traído hasta el centro, a la oficina, y nos hemos despedido hasta la próxima, a saber cuándo regreso yo de yankilandia.

Bueno, un cigarrito y me voy a la cama. Lo que siento es la espera y los registros a los que me someterán en el aeropuerto. Y que no puedo llevarme la pipa, aunque ya tengo plan para hacerme allí con una.

6 comentarios:

  1. Yo también soy de lentajas, incluso unas buenas papas fritas con huevos me saben más ricas que tanta cocina de vanguardia, que me dejan el paladar lleno de preguntas y el estómago como el cuaderno de un niño chico. A saber como ha pasado Paco la noche, si amanecerá hoy con una jaqueca de órdago. Ya nos contarás cómo se consigue una pipa en las Vegas, por si acaso.
    Un placer venir a disfrutar de tus fines de semana con tu amigo.
    Hasta pronto.

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  2. No está mal como despedida gastronómica antes de embarcarte al Nuevo Mundo donde, seguro que Grisom no te va a invitar a unos callos o unas lentejas en su casa. Eso sí, no me extrañaría que, paseando por Las Vegas, te encuentres con algún Restaurante Manolo o similar.

    Un saludo

    PD: Con el Pingus me pasa lo mismo que con el Château Lafitte; los tuve que dejar porque me provocaban acidez.

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  3. ¡Qué envidia me dais! Aunque yo no puedo quejarme del fin de semana, pues he comido en restaurantes sábado y domingo, cosas de la tierra, o mejor, dicho del mar. ¡Buen provecho en América!

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  4. Yo también pude disfrutar de ese menú al que haces referencia el pasado sábado a lo que se sumó la muy grata compañía de un amigo de hace muchos años, que por cierto, también se llama Paco.
    El licor de cava al que haces referencia, se llama "Licoroso La Xarmada", criado en barrica de roble y elaborado según una formulación de la familia Sangenís-Lliví, de Pacs del Penedès, dedicada desde finales del siglo XI al cultivo de sus propios viñedos y que se constituyó en empresa familiar en 1977 con el nombre de La Xarmada.

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  5. Hola, Carlos.
    Estos días he descubierto tu blog: todo un hallazgo la mezcla de serie negra y cotidianidad con el amigo Paco Gómez Escribano (y menuda vida os pegáis). Me llama la atención el estilo rico y ágil con el que escribes, como manejas el lenguaje coloquial de manera que todo lo que cuentas acaba adquiriendo trascendencia y un sabor a vieja novela de Chandler, y al mismo tiempo sigue resultando cercano y actual. Cuando tengo tiempo voy leyendo poco a poco las entradas antiguas del blog. Algunas son auténticos relatos en si mismos. No sé si tienes escrito o publicado algo más de lo que podemos leerte aquí. Al final ya no se distingue lo real de lo ficticio, y me estoy preguntando si el Paco que tiene su propio blog no será un personaje de tu invención. En cualquier caso, espero que se la vaya pasando el muermo, ahora que ha recibido un premio literario.
    Un abrazo
    Antonio

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  6. Siento haber descuidad un poco esto, pero como sabéis estoy currando en un caso que me ha llevado a USA.

    Mercedes:

    Di que sí, que donde estén unas lentejas, unas fabes o un cordero asado, que se quiten esas mariconadas liofilizadas. Por lo que yo sé, Paco está totalmente recuperado. Sólo que no bebe, ha reducido la dosis hasta un café al día y el viernes que viene es el día "D" para dejar de fumar. Del jamón, no me ha dicho nada, veremos. Lo de la pipa es confidencial, aunque te aseguro que no hay un país en el que sea tan fácil conseguir una fusca.

    Guido:

    No estuvo mal, no. Y sí, ya he estado en algún restaurante español, aunque sólo una vez. Cuando salgo fuera prefiero investigar otros sitios. Además, en los españoles que hay en el extranjero suelen tangarte pero bien. He probado el Pingus, pero no merece la pena, no duplica en calidad, por ejemplo al Marqués de Cáceres, y multiplica en precio.

    José Miguel:

    Pues la envidia me la das tú a mí, tío. Nada mejor que irse de restaurantes por Cádiz y provincia.

    Carlos García:

    Pues qué casualidad, dos Pacos y dos Carlos comiendo en el mismo sitio. Gracias por la información, tío. Creo que a la vuelta volveré a comer allí y a ver si me venden una botella de ese licor.

    Antonio:

    Gracias por tus palabras, tío. La verdad es que yo soy detective, no escribo, y tendría mucho que contar. Para eso está mi colega Paco Gómez, él es el escritor, y yo el personaje de sus novelas. Gracias por tu visita y espero que sigas disfrutando y verte a menudo por aquí.

    Un abrazo a todos desde USA.

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