Mi misantropía congénita me impide conocer a gente nueva e incluso relacionarme con la que conozco, a veces. Así que me acerqué a ver la presentación de “El círculo alquímico”, pero a mi forma. Llegué en un taxi a las siete en punto de la tarde a la librería Estudio en escarlata. Creí que la presentación no había empezado porque había gente en la calle. Me tomé un café en un bar de al lado, sin poder echar un pitillo por la jodida ley. Tardé poco, pues no quería perderme nada, pero la gente seguía en la calle. En vista de que eran ya más de las siete y diez, entré, no sin antes saludar con un escueto hola a alguna gente del barrio. Me abrí paso como pude. Resulta que la cosa ya había empezado.
He estado en algunas presentaciones anteriores. Nunca vi la librería tan llena, lo cual me alegró bastante. Cuando entré, terminó de hablar el editor y comenzó a hablar Virtudes, que se iba emocionando por momentos. Tiene razón Paco cuando me dice que es la mejor poeta que conoce. Me ha ido pasando poco a poco todos sus poemas, y es para flipar. Vi que Paco le hizo una carantoña y ella, al poco, hizo una gracia y sonrió. También el público. Eso la relajó. Tiene suerte Paco de contar con ella como amiga, porque que le elogien a uno así es para flipar. Incluso leyó un poema dedicado al libro, con el mismo título, precioso. Y terminó extrayendo frases del libro que le habían gustado.
Luego habló Pedro de Paz, con su vozarrón. Como el editor y Virtudes se habían extendido un tanto, fue conciso pero certero, se lo da el oficio. Lógicamente, alabó también al autor y a la novela.
Después comenzó a hablar mi colega Paco. Dio las gracias al editor por confiar en él sin conocerle de nada. Y a Virtudes Reza y a Pedro de Paz, a los que admira como personas y como escritores. Y luego dijo que también era importante que el público supiera que había llevado Protos y Marqués de Cáceres, supongo que para soltar tensión, o lo mismo lo dijo en serio, porque este es así. Explicó que le encanta Toledo, sus calles y su catedral, y que estuvo allí tres días dedicando las mañanas a estudiar el templo y las tardes a pasear por la Judería y aledaños, en definitiva, documentándose. Habló de cómo la Ciudad Imperial albergó un día a las tres culturas y que se propuso hacer viajar a sus personajes por otras dos ciudades: una representativa del mundo judío, que no podía ser otra que Jerusalén, y otra del mundo árabe que también tuviera representación de las tres comunidades; fue así como eligió El Cairo. Habló de géneros. Y nos contó que en todo momento había escrito la novela que él quería leer. Como tardó un año en escribirla, hubo momentos en que quería leer novela de viajes, novela histórica, novela de Arte, novela negra, etc. Y que, por tanto, la novela es una fusión, aunque puntualizó que él en ningún momento había pensado en géneros ni nada parecido.
Continuó hablando de lo que para él es una novela: una historia con personajes y paisajes que tiene que tener planteamiento, nudo y desenlace; y un detonante o varios. Que no soporta esos libros que, bajo la etiqueta de “novela”, no hacen más que presentar las divagaciones o paranoias de un escritor que no tiene una historia que contar. No puedo estar más de acuerdo.
El acto duró más de una hora. Luego se sirvieron los canapés con las copas de vino y a continuación, Paco se puso a firmar. Y yo me fui por donde había venido.
Ayer me decía que tenía que, por lo menos, haberle saludado. Pero no era el momento, ese era su día, no el mío, aunque me marché tela de contento porque sabía lo que para él significaba ese día. Me contó que luego se fueron a cenar algo y a tomar unas cañas. Y no se fue con sus presentadores y el editor, como hacen otros, sino que allí se apuntó todo el que quiso. Mi colega Paco es un tipo sencillo que se lo pasa bien rodeado de amigos, sean estos importantes o no, a él eso se la pela.
Creo que ha batido el récord de la librería de ventas en una presentación. Y yo me alegro. Nadie se lo merece más que él. Y además, que es mi mejor colega desde hace mucho, mucho tiempo. Y que lleva esperando muchos años para publicar. Y que tiene otras dos novelas tan buenas o mejores que esta que espero ver pronto en los escaparates. No sé a qué coño esperan los editores