Anoche volví a salir con Paco Gómez. Esta vez fuimos a la Gran Vía a dar un rulo y, a lo tonto, descubrimos un garito en la calle Amaniel: el restaurante mesón “Rías Baixas”. Hacía un frío del carajo y como era la hora de cenar, entramos sin pensárnoslo. Coincidiendo con la hora, nos vimos mientras cenamos el Depor-Madrid, vaya delicatessen de Guti en el segundo gol, vaya tela.
El caso es que pedimos unos chorizos con cachelos y una tortilla “Rías Baixas”. Paco se pidió un agua con gas, hay que ver, y yo opté por una copa de albariño. El chorizo de escándalo y la tortilla resultó ser de patata, pimiento morrón y lacón, toda una delicia. Charlamos de lecturas. Yo me he terminado “El violinista de Mauthausen”, que me ha parecido una obra de arte. Y Paco me habló estupendamente de “El documento Saldaña”, de Pedro de Paz, del que ya le quedan pocas páginas. Después me dijo que le habían dado el 2º Premio de Poesía Julia Guerra, estaba contento. Ya contaba con un premio de novela corta y ha sido finalista en multitud de certámenes de relato corto, pero es el primer premio de poesía que le dan, con lo que estaba bastante ilusionado. El certamen era poesía social y envió un poema que escribió inspirado por una noche en la que vio a una gente vaciar el cubo del DYA de comida caducada. Le he pedido el poema para leerlo, pero me ha dicho que lo colgará en breve en su blog.
Me tomé tres copitas de Alvariño mientras charlábamos y veíamos el fútbol. Y luego me pusieron un chupito de crema de orujo que sabía a gloria. Tuve que repetir y fue curioso el estoicismo con el que Paco soportó no probar alcohol mientras daba sorbos a su agua con gas.
Más tarde nos fuimos a la Chocita del Loro a recoger unas entradas que teníamos reservadas. Hasta la hora de entrar nos fuimos a O’Muiño a tomar un café y un descafeinado, ya sabéis para quién era cada uno. Y acabamos viendo el espectáculo de monólogos de la Parroquia del Monaguillo que estuvo guay.
Salimos a eso de las tres y media o así y el frío era acojonante. Y ya nos recogimos. Paco lleva un mes con las migrañas y ya le van remitiendo. No bebe alcohol ni toma café. Y ahora dice que va a dejar de fumar. En fin, mientras no se me haga monje...
Por una vez, conozco los lugares que citas, excepto la sucursal tan céntrica de La Chocita del Loro (yo estuve en las otras dos).
ResponderEliminarPor lo demás; el Albariño me encanta, no tomo orujo que no sea casero y no leí ninguno de los dos libros que citas. Y en cuanto a Paco, díle que no deje tantas cosas que esas cosas, se saben cómo empiezan pero no como terminan.
Un saludo
Me alegro de que Paco tenga alguna alegría, no todo van a ser prohibiciones; ese segundo premio de poesía Julia Guerra lo ayudará a seguir cuidando su salud y apartarse de los "vicios", digo como tú, mientras no ingrese en un monasterio. Esperaremos a que lo cuelgue en el blog, el tema promete.
ResponderEliminarSaludos y hasta la vista.
La vedad es que se llega a experimentar cierto placer al decir que no, Guido, es como un reto. No he leído Rayuela, Cortázar no está entre mis preferidos.
ResponderEliminarSí que estoy contento, Mercedes, es el primer premio en Poesía.
Carlos, se te olvidó decir que, además, el "Rías Baixas" es barato, y que la crema de orujo era casera. Fue una forma estupenda de ver el fútbol. Un abrazo.
Me relamo cada vez que leo lo que coméis por ahí Paco y tú. Muchas felicidades para Paco por su premio. Se lo merece sin duda. Guau.
ResponderEliminarGracias, Quequi, y a tu dueño también. Le transmitiré a Paco tus felicitaciones aunque él pasa a menudo por aquí y lo verá. Guau.
ResponderEliminar...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE:
DETECTIVE PRIVADO
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CABALLO, LA CONQUISTA DE AMERICA CRISOL Y EL DE CREPUSCULO.
José
ramón...
Muy bonito, José Ramón. Gracias por pasar por aquí. Un abrazo.
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