Ayer llamé a Paco, pero estaba enrollao en otros temas. Mi chica vuelve a estar fuera y me apetecía salir a dar una vuelta, sólo lo suficiente, sin demasiado entusiasmo, no vayáis a creer. Así que me piré para el barrio, cené con mi vieja y luego me pasé por el Nagual. El garito estaba como mi ánimo, apagado, sin mucha gente... Incluso el Eduardo, el camarero, estaba poniendo baladas. Pedí un whisky y me quedé contemplando al Filo, en su mesa, solipandis, rodeado de sus cuartillas, él ni siquiera me vio. De repente, recogió, avanzó hacia mí sin mirarme. Me dijo "toma", me entregó una de sus cuartillas y se largó sin siquiera mirarme ni despedirse. Saqué la cabeza del garito y le observé alejarse cabizbajo, con su ritmo lento y monótono. Lo que me entregó fue un poema. Lo dejo aquí colgado por si queréis leerlo. Un abrazo.
Misantropía
Sorteo los resquicios de las relaciones humanas,
espoleado por el desengaño,
esperanzado en la tibia soledad,
del que busca la quietud de espíritu.
Sorteo las gélidas esquinas de la amistad,
buscando el sosiego que da un cuarto oscuro,
gritando desde lo más profundo,
silencios de culpabilidad ajena.
Sorteo los valles fecundos,
encerrado en mi misantropía,
echando de menos la serenidad,
de ver un atardecer sin pensar.
Sorteo las tentaciones,
y evito las conversaciones vacías,
y los amores de barra de bar,
deseos de falsa filosofía.
Sorteo compañías,
las buenas y las malas compañías,
quisiera estar fuera de mí,
y de las ataduras sombrías.
No sé si es el tiempo o descubrir que somos muchos quienes compartimos este sentimiento pero, de unas semanas para acá, "missantropía" parecer ser la palabra clave.
ResponderEliminarY la verdad, es que es fácil de comprender, porque cada día el entorno se pone más hostil, la gente más indiferente y ensimismada en patear a la inteligencia y el cielo, oscuro, se empeña en descargar lluvia y nieve. Si además, le sumamos que tu pareja esté fuera, entonces ya me dirás a qué te agarras....como no sea al whisky y unas palabras bien hilvanadas.
Un saludo
Pues sí, Guido, eso mismo. Cada vez es más difícil encontrar gente afín con uno. Incluso cuando la encuentro, al final siempre pasa algo que jode la amistad y se traduce en desengaño. Así que no queda otra que practicar la misantropía con el empeño de un monje zen. Mi convento es el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mis felicitaciones al filósofo Filo. Muy bien escrito. A veces conviene apartarse un poco del camino, y reconfortarse en una soledad provechosa y reparadora. Un abrazo desde Cádiz.
ResponderEliminarVaya, o sea, que no había ayer ambiente por el Nagual. Yo al final acabé con mi chica en el cine, viendo la última de Hugh Grant: no la veas, es muy floja.
ResponderEliminarMisantropía..., joder, como sigas así vas a acabar metido en casa, Carlos. Oye, fenómeno el poema del Filo, dale la enhorabuena de mi parte o, mejor, ya le veré yo, aunque como está tan colgao es difícil intercambiar con él cuatro frases con sentido.
Bueno venga, nos vemos, Carlos.
Este Filo te entrega unas cuartillas escritas con oro. Dale las gracias de mi parte cuando lo veas y, de paso, anímalo a tener, de cuando en vez, algún tipo de compañia, para resfrescar el alma.
ResponderEliminarUn saludo.
Paco:
ResponderEliminarMe hiciste recordar cierto artículo publicado hace tiempo en una conocida revista de cine, donde señalaban al tal Hugh Grant como el nuevo Cary Grant. Del segundo ¿qué decir que no se haya dicho? y del primero ¿para qué decir algo?: yo no lo voy a ver, ni por prescripción médica.
Un saludo.
Guido:
ResponderEliminarLa verdad es que el tipo, para mí, tiene su encanto. Me encantó en "Cuatro bodas y un funeral" y en "Notting Hill". Tiene cara y maneras cómicas. Creo que en ningún caso se puede comparar con el gran Cary Grant. Creo, en general, que ningún actor actual se Puede comparar con los de aquella generación.
UN SALUDO.
José Miguel:
ResponderEliminarEs cierto, a veces conviene retirarse y entregarse a la reflexión y a la vaguería. Le transmitiré al Filo tus palabras, seguro que flipa. Y sí, a veces pienso que es un filósofo. Desde luego es un personaje extraño y atípico que escribe muy bien. Me encargo de mandar sus cosas y a certámenes y ya ha ganado dos.
Paco:
Sabes que no tengo especial pasión por Hugh Grant, aunque tengo que reconocer que me he reído con algunos puntos de sus pelis.
Por otro lado, sabes que prefiero estar solo que mal acompañado. Cada vez me aburro más diluido en las conversaciones de la gente, así que practico la misantropía a conciencia. Mola el poema del Filo, ¿eh? Es raro, pero buena gente. Creo que tras esa fachada de pensionista solitario se esconde una de las mayores inteligencias del barrio. Su sensibilidad está fuera de toda duda. Y su poesía a lo Poe mola.
Mercedes:
Le transmitiré tus palabras al Filo. En cuanto a lo de buscarle compañía, eso es algo muy difícil. Es un solitario empedernido, mucho más misántropo que yo, y como tiene su peculiar cuelgue, tampoco es que se pueda entablar con él una conversación. Yo la relación que tengo con él es mi admiración por sus relatos y poemas que él me entrega sólo a mí, me consta, y a mí me mola ser el depositario de su Literatura.
Un abrazo a todos.
Es toda una aventura seguir este blog, he estado leyendo varias entradas y la verdad es que me ha gustado mucho, vendré por aquí, pero antes llamaré a la puerta, no sea que me dispares.
ResponderEliminarBesos
No te preocupes, Felisa, no disparo a los amigos. Para mí la pipa es una herramienta de trabajo, como una llave de grifa para un fontanero. Casi nunca la utilizo, a veces vale con poner cara de mala leche. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn beso.